martes, 21 de julio de 2009

Mis propios héroes de CNN (Cristianos Nacidos de Nuevo)

En la cadena de noticias CNN (Cable News Network o Cadena de Noticias por Cable), desde hace algún tiempo se han venido presentado unos programas donde se identifican y reconocen a una serie de personajes que a juicio de personas que les conocen pueden ser consideradas héroes o heroínas modernas, de acuerdo a las obras que han realizado en beneficio de los demás.

Esta idea de CNN es muy loable y debe ser aplaudida y estimulada. Y en el caso de los personajes entrevistados debo reconocer que todos los casos me han dejado gratamente impresionado, principalmente porque en los tiempos que estamos viviendo la gente se ha vuelto cada vez más ensimismada, preocupada por sí misma, o a lo máximo por los suyos, y parece que estas personas son la excepción a la regla.

Pablo el apóstol, en su carta dirigida a los Hebreos −y a nosotros también−, nos regaló un hermoso escrito donde nos menciona a los héroes de la fe, con el que obviamente estoy totalmente de acuerdo. Destaca que fueron hombres y mujeres cuya estatura espiritual estaba por encima del resto no por sus propias obras, si no por su dependencia en Dios. Esto es interesante, porque el repertorio de los héroes de la fe que se nos menciona en Hebreos 11 está lleno de personas en las que fácilmente se pueden identificar debilidades humanas que a cualquiera de nosotros podrían avergonzarnos. Y sin embargo se reconoce en ellos, como un elemento distintivo, su fe en Dios, al punto de que el mundo debe tenerlos como modelos a seguir.

A propósito de héroes, yo quiero indicarte una nueva tipología sobre la que quiero comentar y a los que les he llamado mis propios héroes de CNN −Cristianos Nacidos de Nuevo−, para que con este juego de palabras, relacionadas a la iniciativa de la cadena internacional de noticias descrita anteriormente, pueda referirme a los Cristianos Nacidos de Nuevo y verlos desde esta perspectiva tan particular.

¿Quiénes son los CNN? Son todos aquellos hombres y mujeres que en algún momento de su historia personal tuvieron un encuentro con un Jesucristo vivo y real, y como resultado experimentaron un nuevo nacimiento, un cambio radical de pensamientos, paradigmas, actitudes… en fin, de vida.

¿Porqué héroes? Porque aunado a este cambio de vida han irradiado una influencia benefactora sobre los que les rodean, sobre su contexto. Se constituyen en sal para un mundo insípido y luz en medio de las tinieblas que cubren estos tiempos de crisis. Con ellos se cumple la expresión de que por cuanto abundó el pecado sobreabundó la gracia.

Son héroes no porque dictan la moda o muestran cómo seguir las corrientes actuales, sino porque nos indican que las fórmulas que funcionaron antes siguen siendo vigentes ahora. Que la fe, la esperanza y el amor no son palabras obsoletas si no que son conceptos tan vigentes hoy como lo son los términos inteligencia artificial, gigabyte, transdisciplinareidad o pensamiento complejo, por mencionar algunos.

Son héroes no porque sean inocuos, porque este tipo de personas no pueden pasar desapercibidas ya que por definición son confrontativas. Porque se oponen a las corrientes relativizadoras, luchan contra toda forma de mal, se mantienen inalterables en sus convicciones ya que no se dejan sobornar por un plato de lentejas y tienen una sola cara, sin dobleces, sin hipocresías.

Este tipo de personas no le tiene miedo a nada. No porque tengan una fuerza interior sobre humana o porque sean temerarios o un ejército de locos. Es por todo lo contrario, porque su fuerza proviene de Aquel que les hace fuertes (Filipenses 3:15).

Parafraseando al recordado escritor Benedetti, esta es la gente que me gusta. Y más aún, es el tipo de persona que me gustaría ser.

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